domingo, 24 de mayo de 2009

e hai maxia no aire..

Dende hai séculos, o ser humano rodeouse da beleza e misterio dun mundo que apenas comprendía, quizais sen preguntarse sequera de onde xurdía a súa comprensión do mesmo.

Entón xurdiu a música!!

Os sons organízanse de maneira que son agradables ao oído, e non só iso, senón que semellan conter en si mesmos tódolos sentimentos que abarca a alma.

Algúns sons teñen a mesma tensión que as nosas paisóns, as sublimes, como a compaixón ou o amor, as terribles, como a ira e a dor.

Co tempo foi a fala, e o ser humán deveu en verbas, frases e poesía. Poesía que ceibaba corazóns ata entón mudos ante o mundo.

E a poesía mudou en música, e a música foi xa para sempre poesía.

Quizais algunha vez deixaches que as palabras formasen versos, liñas curtas sen límite de gramática, que só manteñen unha tenue cadencia musical, quizais a leches de outros, grandes escritores premiados por vendas e recoñecementos da súa enorme poesía, e puideches ler esas verbas e aloumiñar sentimentos as veces novos, as veces vellos, sempre belos... Algúns músicos dotados de bastante talento compoñen sinxelas melodías no seu instrumento, frauta, quizais guitarra, e moitos que nunca escoitaron música antes dese intre claman ¡que grande é a música!!

Como esas verbas que liches non eran poesía, como esas melodías non eran música.

A música soa, cada nota contén en si mesma toda a grandeza, a infinitude, o esplendor do Universo, da vida. As notas que a acompañan, como tamén as que as rodean, modifican e amplian ou concretan milleiros de matices, de sentimentos, de sensacións. Como cada verba da verdadeira poesía, que en si debe conter toda a paixón do ser humano, todo a súa mediocridade ante un mundo infinito e descoñecido, toda a grandeza da súa alma, e cada verso debe matizar, ampliar ou concretar esas sensacións que son comúns en todos, ou case que todos, nós.

miércoles, 6 de mayo de 2009

El árbol de la ciencia del bien y del mal I

Una de las historias más curiosas y trascendentes de la mitología cristiana es el Génesis, el Primer Libro de El Libro de los Libros.

El Génesis es, como su nombre parece indicar, una colección de mitos ordenados cronológicamente, con los que aquéllos que creen en Yahvé pretenden que se explican los orígenes del Hombre, y con él el de su Universo.

Es tentador, para creyentes y excépticos, tomarlo de forma literal. Es preciso aclarar aquí que las tres grandes religiones tienen pequeñas discrepancias (al igual que en cuanto a los demás libros que constituyen el "Antiguo Testamento" cristiano) pero que en los hechos fundamentales descritos coinciden con mucha precisión.

La parte central del mito del origen del "pecado", y con él de la necesidad de la orientación moral, está en la manida escena de Adán y Eva zampándose una manzana por consejo de una serpiente. Es curioso que en realidad no se hable de una manzana, pero es innegable el atractivo de esta fruta.

El origen del capítulo está en la decisión de Dios de colocar al Árbol del Conocieminto en el centro del Paraíso, bajo mandato de no comer sus frutos: "todo esto podréis usar para vuestro provecho, salvo ese árbol, de cuyo fruto no debéis comer". Es inevitable pensar en la putada que hace Dios a Adán y a Eva, y de hecho hay una sátira muy buena (cuyo nombre no recuerdo) en ese sentido.

Repasemos brevemente, todo va muy bien, con Adán y Eva correteando por el Paraíso, hasta que el Demonio, tomando forma de serpiente, corrompe a ambos para que prueben el fruto prohibido. Después de comerlo (por supuesto, es Eva quien corrompe a Adán, no vaya a ser), se dan cuenta de su desnudez, y Dios los descubre cuando se esconden de su vista por la vergüenza de que los viese así desnudo. Dejamos aparte consideraciones sobre el eterno castigo a las desdichadas serpientes, que es de presumir que no presionaron al Demonio para que adoptase su forma; con más sentido del humor, podríamos preguntarnos cómo puedes castigar a una serpiente a arrastrarse... pero dejemos estas consideraciones.

La interpretación clásica es que el conocimiento se manifiesta a través de hacerse conscientes de su desnudez: esto podría ser una metáfora si se quiere de su ignorancia, pero generalmente se toma por la vertiente moral. Muchas discusiones y estudios sobre este capítulo se centran en el hecho de que Dios debía saber que ambos iban a pecar, por tanto el valor de ese pecado es confuso.

Pero otra interpretación posible se basa en que el Ser Humano no puede evitar conocer, experimentar, todo lo que lo rodea. Un árbol prohibido en su cercanía debía de ser un gran estímulo, debía probarlo, conocer el secreto que se ocultaba en él. Eso sería lo que nos hace humanos.

Esta interpretación invierte la valoración tradicional del capítulo. Lejos de un Dios compunjido por la caída del Ser Humano, tenemos un Dios despótico que castiga con crueldad a los seres que ha creado, precisamente por hacer lo que les era propio: tratar de conocer. La religión no es entonces el camino al Paraíso o la redención, sinó un obstáculo para que los seres humanos puedan realizarse como tales.

La interpretación es un poco forzada. Es muy dudoso que se incluyese en uno de los libros si pudiese ser aleccionadora contra la religión, aunque no hay que olvidar que todas y cada una de las historias contenidas en la Biblia, salvo las que tienen que ver con la Nación Hebrea y su supuesto peregrinar en busca de la Tierra Prometida (y aún gran parte de ellas, pero otras son históricas), son versiones de mitos babilónicos (cuna de la etnia hebrea) y egipcios (civilización en la que estuvieron mucho tiempo). ¿Es razonable pensar que lo que los antiguos sacerdotes hebreos tomaron como un relato épico sobre la necesidad de una religión para guiar la moral humana pudiera ser en origen una crítica a ese tipo de religiones?

Sin duda poder extrapolar una conclusión, en un sentido u otro, requiere de un profundo conocimiento de las mitologías implicadas. Personalmente no dispongo de tal arsenal de conocimientos, pero no puedo evitar creer que es muy probable. De hecho, el funcionamiento general del sistema religioso guarda suficientes similitudes y disimilitudes como parecerlo, pero esto no es más que IMHO.

Más sencillo es discutir sobre el establecimiento de un sistema moral.

Antes del Ser Humano no había nada parecido a un sistema moral. La imagen "New Age" de los animalillos en amor y compañía, salvo los malos malosos carnívoros, es muy idílica, pero irreal. En general, la vida natural consiste en la feroz competencia por los recursos, donde los descuidos y los derroches se pagan con la vida.

El "incidente" con el Árbol del Bien y del Mal podría representar dos corrientes contrapuestas: la de los partidarios de unos representantes de la voluntad de Dios, que guardaría con celo las reglas morales que deberían cumplir los ingratos humanos, y la de los partidarios de que las reglas morales deberían pertenecer al dominio humano, ya que es a los humanos a quienes los afecta. Según esta corriente, la moral humana surge como la necesidad de ordenar las relaciones entre otros seres humanos y también con el medio que los rodea.

No importa si tiene razón una corriente, otra, o si tan siquiera alguna de las explicaciones habituales del episodo se acerque a su significado real, al fin y al cabo, es sólo un mito más. Pero este mito concreto ha sido utilizado durante milenios para sojuzgar la moral humana, para mantener al ser humano preso de los designios de una casta de poderosos. Así que, sacarle esta interpretación, este guiño a la defensa de la razón, no sólo es divertido, sinó completamente satisfactorio.

domingo, 3 de mayo de 2009

Etiquetas y nombres

Una de las curiosidades más notables del pensamiento político es su simplismo. Con frecuencia, ideologías complejas se reducen a un nombre, una suerte de marca, como si unas zapatillas deportivas se tratasen.

Un ejemplo relativamente sencillo es la asunción de que el socialismo es una ideología de izquierdas. Un poco de reflexión puede hacer ver que esto no es necesariamente cierto. El socialismo lo único que propugna es la igualdad de clases (lo que implica la distribución de recursos entre toda la sociedad). Mejor dicho, para el socialismo el individuo debe de someterse al beneficio de la sociedad en su conjunto. Hay muchas formas de expresar este sometimiento, y que todo el mundo piense en los sistemas asiáticos y rusos es un mero accidente histórico por la importancia de los países involucrados en el concierto mundial.

Si la ideología de derechas es la que propugna la mínima intervención del estado en los asuntos económicos, el anarquismo es un ejemplo extremo de socialismo. Es tan igualitario que considera a todos los miembros de la sociedad como iguales, al punto de eliminar la clase dirigente "por definición". Sin embargo, una sociedad "sin estado" no deberia preocuparse de la intervención del inexistente estado.

Entre el socialismo comunista y el anarquismo hay toda suerte de ideología, con mayor énfasis o matización de algún aspecto de las dos corrientes socialistas mayoritarias.

Sin embargo, mi idea no es hablar de las distintas gradaciones entre anarquismo y comunismo, sinó enfatizar el uso de las etiquetas con significados erróneos.

Ejemplo mayor es la etiqueta de "liberal". Modernamente un sector del partido popular se define sin el menor rubor como "liberal", pero bien que otorga un sentido especial a esa etiqueta. Para estos, el estado debe garantizar el status quo de la sociedad actual. Compárese esto con los liberales anglosajones y su "meritocracia".

Por ejemplo, para dicho sector doctrinario español, la iniciativa privada debe ser estimulada por el estado. Sin embargo, dicha ayuda está dirigida de forma invariablemente hacia las clases dominantes, que tienen los recursos de capital necesarios para dicha iniciativa. Así, si bien es cierto que existen grupos económicos partidarios de que los grupos de capital apuesten por la iniciativa de aquéllos que tienen capacidad de trabajo y talento pero que no disponen de capital para desarrollar sus proyectos en una sociedad capitalista, es cierto que dichos grupos son minoritarios dentro del pensamiento liberal.

En realidad, sólo hace falta ver las figuras promovidas como "representativas" por dicha corriente. ¿Dónde alguien con talento? ¿Se refieren a la Presidenta de la Comunidad de Madrid? Cuántos en ese partido han alcanzado la cumbre partiendo sin recursos?

De hecho, la capacidad económica de ese sector dentro del Partido Popular es su principal baza para promocionarse de cara a alzarse con el poder. Pero, de nuevo, ¿de dónde sale la idea de su capacitación para la gestión económica? Es muy sencillo apuntarse un ciclo alcista como fruto de la gestión de un gobierno, pero es más realista hacer consideraciones más generales.

Lo más fácil es estudiar la cuestión paso a paso. Por ejemplo, deberíamos definir la política que ha seguido un gobierno, para saber si ésta pudo o no tener como resultado el éxito económico.

Observamos que el gobierno popular tiene dos partes bien diferenciadas. Un primer periodo entre 1996-2000 y otro en el segundo mandato entre 2000 y 2004.

Anotamos que existe una gran diferencia entre ambos periodos: en el primero, gobernaba en minoría con una suerte de coalición con grupos cristianodemócratas (de derechas) nacionalistas; en el segundo, con mayoría absoluta.

Es común adjudicar lo que nadie niega que fue un desastre, el segundo mandato, con una especie de "ser absorbido" o "vencido" por el poder; sin embargo, es más sencillo considerar que la lucha por conciliar posiciones distintas con frecuencia produce soluciones más correctas que las propias. Así, en lugar de un "rodillo" que acabó con la gloriosa política del partido popular del primer periodo, lo más probable es que la influencia de partidos que, con sus limitaciones, están "mejor equipados" económicamente (en especial CIU) pusieran la política económica española en la senda de al menos los objetivos.

Pero es una cuestión mucho más interesante estudiar estos "objetivos" y sobre ellos me extenderé un poco.

Primero. Existe un refrán que reza "pan para hoy, hambre para mañana". Esto se refiere a que conseguir cumplir las necesidades del momento inicial necesita comparablemente menos recursos que garantizarlas de forma permanente. En las clases de primaria suele explicarse con el ejemplo del árbol y la escalera. Es menos costoso subir al árbol, y la escalera sólo compensa los recursos que precisa para su construcción si puede ser utilizada en las suficientes ocasiones. Esto implica el concepto que debe subyacer a toda gestión socioeconómica: planificación.

La planificación es otra etiqueta con uso extraño. Los comunistas se adueñaron de ella para expresar algo sutilmente distinto. En lugar del uso general y abstracto que recoge, los comunistas lo utilizaban para la gestión inmediata y concreta. Es muy probable que esa fuera la causa principal de su ocaso. Una sociedad sin planificación no puede garantizar que los recursos productivos se utilicen de forma eficiente a lo largo del tiempo.

Un comunista ruso podía hablar de una granja en la que se producían 727 lechugas en abril y 258 kilos de patatas en octubre. Se medían los recursos naturales de una región (en presente) y se asignaban a la producción esperada (en presente). Si un lugar se especializaba en patatas, produciría patatas aún cuando el propio estado prohibiese su consumo.

Sería un error asignar este problema solamente a los sistemas comunistas. Éstos sólo los menciono en cuanto al uso de la etiqueta "planificación", pero la verdad es que todos los sistemas productivos heredaron los mismos errores. De hecho, la transición entre la produción de un bien en un lugar determinado y la produción de otro bien distinto en el mismo lugar se suele denominar con el eufemismo "reconversión", que esconde el hecho de que durante mucho tiempo los trabajadores de las industrias anteriores están en paro con mayor o menor protección social y los costes de desmantelar industrias enteras para erigir otras que sin embargo no suponen más que mínimas variaciones.

Segundo. Es razonable pensar que debería haber concordancia entre los objetivos propuestos y los recursos que se disponen para su consecución. Así, un país industrial no se consigue promoviendo las agencias de viajes, como una política medioambiental seria no puede seguir a un esfuerzo industrializador elevado. Es notable que esta circunstancia afecte más aún al actual gobierno socialista que al anterior: diagnostican bien los problemas, pero apenas emprenden medidas para ellos.

Tercero. Es de perogrullo que los objetivos esperados deban de coincidir con los propuestos. Sin embargo, al gobierno del PP esto parecía atragantárseles. Cumplían una serie de objetivos macroeconómicos obviando por completo el objetivo de dichos objetivos, dicho de forma algo redundante pero exacta. Así, por ejemplo, ¿por qué es malo para un país la inflación moderada? o más modernamente, ¿por qué es mala la deflacción?

Es de esperar que si los precios de los bienes crecen de forma que el crecimiento económico que los producen pueda asimilarlos, no debería haber problema. Es decir, en un entorno económico supranacional como el europeo, la diferencia en los niveles de renta y de precios deberían reducirse. Eso implica, de forma necesaria, que los de alguna región deben de subir, bajen o no los del entorno. ¿Y?

Hay muchas razones generales para que el control de la inflación sea una herramienta económica de un estado; sin embargo, no debería confundirse la herramienta con el fin: igual que no debemos utilizar un cuchillo mellado, un hacha sólo sirve para cortar leña.

Por ejemplo, de los distintos componentes de la inflacción de los últimos años, el factor principal era el de la vivienda, que excedía con creces la inflación del resto de los componentes. ¿por qué nadie previó que un alza anual de un 17% era necesariamente un problema, y no la media de un 4%? mejor dicho, ¿qué esconde una inflación con un comportamiento tan heterogéneo de sus diversas componentes?

En fin, puede que sea imposible tener políticos mínimamente interesantes, pero que al menos no nos metiesen sus tonterías en la cabeza sería de agradecer.

miércoles, 8 de abril de 2009

una noche en el pueblo (parte 1): la aldea

De joven siempre creí que la electricidad había matado el romanticismo. Dónde podría acecharte Drácula? acaso tocaría el timbre de tu casa? De qué tener miedo cuando la luz lo abarca todo?

Empecé a salir siendo muy joven, y aunque al principio volvía más o menos temprano del pueblo con mis colegas, vecinos todos de la misma aldea, relativamente pronto comencé a bajar y a subir yo solo. Bajar, para bajar todos os santos axudan, que dirían los viejos en mi aldea, pero subir... sí, hablo en sentido literal, ¡vaya subida al principio del camino entre el pueblo y mi aldea, debe de ser un kilómetro y casi todo muy empinado!!

Más jóvenes aún éramos cuando íbamos a las típicas fiestas de los pueblos, estas fiestas con verbena y chiringuitos.... normalmente, atracciones como norias y caballitos eran muy raras por allí, no como en la ciudad. Por supuesto, para ir a tales fiestas sólo había dos opciones factibles: o te llevaban, o atajabas por el medio del monte.

El lugar en el que vivía era rural, pero muy poblado. No existían las noches oscuras, ni siquiera donde no llegaba el alumbrado. Cierto que uno podía, si no prestaba atención, meter el pie donde no debía, pero nunca estaba la oscuridad ni siquiera cerca de ser absoluta, con o sin estrellas, con o sin luna... ah!, sí, lo de prestar atención, pues claro, debías prestar atención a quienes fuesen delante... bueno, había gente muy vengativa que se enfangase cuanto se enfangase no avisaba, para ver si alguno más picaba... qué gente!!

Cuando uno es un niño, o apenas un adolescente, hay muchas situaciones que no puede evitar. Una de estas situaciones, que a veces devienen en traumas importantes, es cuando tus abuelos, o los abuelos de tu colega, incluso los abuelos de aquél que debe de ir en tu clase pero con quien nunca intercambiastes una palabra, incluso ellos, decía que en ocasiones algún abuelo se ceba en ti para contarte sus batallitas.

Uno crece, y quizás a veces pueda tener algo de comprensión hacia esos abuelos. Pero cuando eres niño si no le coges odio, si al menos aversión... ya, no tanto.... solamente, por coincidencias, de repente te las arreglas para permanecer a gran distancia de tal abuelo... como cuando tienes que hacer un recado en la era y sabes que está en la bodega, sales de casa, bajas por la entrada del garaje del coche (donde aún se entra con el carro) y entras por ese portal, que mira que casualidad, está en el otro extremo del cierre de la casa... pero no es porque el abuelo pueda contarte alguna de sus historias, es que además corres el riesgo de que te encambe alguna tarea pesada y aburrida. Así que el rodeo está bien, eso y mantenerse vigilante, por si te sorprente por la espalda.

En los pocos descuidos, o cuando la tarea que estás haciendo lo hace inevitable, cuando te pilla, siempre te soltará algún retazo, alguna frase. Normalmente no sabrás de qué te habla, pero sabrás que pertenece al grupo de "antes éramos mejores", "antes era todo mejor", etc.; en ocasiones se refiere a alguna de sus batallitas, a modo de "frase lapidaria" o moraleja de algún tipo, lo sabes por su tono solemne, pero no a qué demonios se refiere: a veces es una historia que ya te ha contado, y a la que no has hecho el mínimo caso, pero otras veces ni siquiera se refiere a algo que haya hablado con nadie nunca!

Eh, que me lío y no me avisáis!! desde luego... decía, que de pequeño uno a veces escucha relatos sobre los viejos tiempos, cuando la luz eléctrica era una novedad, en los que fantasmas, bandidos y sucesos misteriosos (aquella desaparición...), con un poco de incredulidad ¿acaso habría existido aquel mundo tan peligroso, donde en cada rincón acechaba un peligro? sobre todo, porque según ellos, cinco minutos después, era un mundo maravilloso donde todo era mejor... el caso es que cuando caminaba de camino a casa (ja) por las noches, antes de amanecer, a veces recordaba esos relatos... con maravilla, claro.

Así que estás tranquilamente en la mesa después de comer, digamos un domingo... el domingo, cocido, inevitable, claro... y antes de empezar a comer empieza con su historia. Normalmente hay algún culpable, por mencionar algo que hace que su mente alumbre el recuerdo, feliz o no, pero a veces eres tú mismo. Muchas veces es por genuino interés, ya que es tu abuelo, al fin y al cabo, y otras es para evitar que te manden hacer algún trabajo. El abuelo comienza con su relato, normalmente de forma incoherente por meter sus retazos de moral, y otras veces la historia es interrumpida constantemente con las aclaraciones pertinentes de genealogía de todos los implicados. La comida comienza y el silencio u otros temas copan el tiempo, pero un abuelo es una máquina difícil de detener. Cuando no te lo esperas, retomará su historia, con más indicaciones de lo mejor que era todo en sus tiempos o lo mejores que eran ellos por todo lo malo que era todo en sus tiempos, y con las eventuales explicaciones genealógicas.

La mayoría de tales historias se refieren a las clásicas batallitas militares, anécdotas de la gente del pueblo, ocasionalmente amoríos -y es que invariablemente eran todos unos galanes-, y sólo, de cuando en cuando, alguna desgracia violenta, algún rumor de asesinato, de violación. Pero a veces podías estar de suerte y lo que te contaba era alguna leyenda, algún cuento, relacionada con el miedo.

Rumores (la Santa Compaña sólo se menciona entre susurros), incluso algún supuesto encuentro sobrenatural... ¿y qué no iba a hacer eso en la mente de un niño?


domingo, 29 de marzo de 2009

Un día de solazo

Ás veces escoitase un solitario chapoteo.

Sen ser un gran río infestado de vida, nos vinte ou trinta metros que debe haber ben dunha a outra ribeira algúns peixes saen un intre á superficie, nunca entendín ben por que.

Anque este río está lonxe de ningunha estrada, por fortuna, algúns pescadores amáñanse para tender os seus sedais nos lugares que menos corrente hai. Claro, non van máis arriba, onde a auga baixa salvaxe e as rochas do fondo esconden resbalóns inoportunos e perigosos. Non o semella dende aquí, con estas árbores baixas que apenas poden dar un mínimo de sombra. Hai poucas árbores vellas, todas están moi rareadas, e o curso que se ve dende aquí é lento e preguiceiro. Pero coñezo as rochas que estreitan o cauce logo daquela curva, onde o río se agocha da vista.

Semellase que só catro pescadores desesperados e algún aventureiro extrano tivesen motivos abondo para cruzar as colinas, non moi inclinadas pero sen nengún sendeiro polo que camiñar, puidesen achegarse aquí en busca de solazo. Ben que na vila hai lugares abondo para disfrutar os primeiros raios de sol a carón dalgún regato, non tan fermoso pero si máis cómodo, onde incluso un podería darse un baño na súa fría auga sen ter que esforzarse en non aparecer un kilómetro máis abaixo. Nin sequera que fosen tan concurridos, pois hai sitio abondo para que uns apenas vexan aos outros.

Pero estas refrexións só me asaltan brevemente cando encamiño os meus paso por entre os matorrais camiño do pobo. En canto a miña casa asoma ao final do camiño, esváense, como se nunca estivesen no meu maxín. E co paso dos días, a idea de voltar a escaquearme toma cada vez máis forza, ata o seguinte día de solazamento.

martes, 24 de marzo de 2009

Pais dun futuro esquecido (I)

- Esta juventud de ahora es un desastre. Fíjate, no cuidan sus cosas, ni siquiera su aspecto. No se preocupan por nada, para ellos todo es fácil y son egoístas e incluso crueles.
- Si, nos nosos tempos non era así, non. Se querías algo, tiñas que traballar como un negro, e inda así. E nós si tiñamos respecto, non medo como din, pero si respecto. Bueno, quizais algúns, pero a maioría sabiamos respectar aos demáis.
- Nunca discutiriamos cos nosos pais. Ao sumo, agachabas a orella e calabas. Agora non, agora non só non obedecen senón que obrigan aos seus pais a pregarche aos seus caprichos.
- Pero a culpa non é deles. A culpa é dos pais. Hai que ensinarlles respecto dende pequerrechos.
- Onde iremos a parar!! Escoitastes a última? o rapaz de m... que resulta que ...

Non é doado imaxinar varias ocasións nas que escoitamos esta conversa nalgures. Con frecuencia estabrécese un paralelismo entre o auxe dos espazos urbáns, os medios de comunicación de masas e a falta de madurez e moitos outros atributos positivos da xuventude actual. Por suposto, para tal paralelismo é preciso estabrecer que hai un momento anterior no que todo (ou a maioría das cousas) foi millor.

É un problema que as cousas non sexan tan doadas. Esta conversa, cambiando os idiomas, podería estar extraida dalgunha obra costumista de hai XX séculos. Os mesmos problemas, as mesmas maldades, todas precedidas por unha época "dorada" de beizón e bondade...

Semella que o cerebro humán ten unha curiosa facilidade para valorar máis os recordos positivos e minimizar os recordos negativos. De feito, cando nos vemos sumidos en algún destes, acostumamos a velo como un problema, algo a superar: "inda non superou a morte do seu fillo", ou "inda non superou a perda da súa casa" ou "inda ten o trauma polo accidente". Así, os recordos negativos vanse esvaecendo nas brétemas do esquecemento, namentres as lembranzas positivas acadan máis espazo incluso do que mereceron no seu día. Seguro que é doado evocar aquel bico con alguén a quen queres, ou unha tarde nun lugar estupendo... e non é tan doado lembrarse do golpe que nos demos contra unha porta hai un par de anos.

É doado imaxinar o mecanismo evolutivo que favoreceu isto. Nunha natureza dura, por definición, aqueles animáis que teñen millores expectativas, máis razóns para perseverar, tenderán a ter máis descendencia que aquéles que á primeira de cambio atravesan unha catarsis e quedan atascados.

Pero o mesmo mecanismo mental que fai isto, tamén contén a súa propia perversidade. A nosa forma de ver as cousas está idealizada en función do que nós coñecemos. Isto que coñecemos, por definición, é o noso presente e o noso pasado.

Que ocorre cando abordamos unha época de fortes cambios? Sen dúbida na historia houbo moitos e fondos cambios. A migración de espazos rurais a urbáns non é propia do século pasado, senón unha constante ao longo da historia. Tamén os feitos traumáticos: guerras civís desoladoras, fenómenos naturais como terremotos ou furacáns igual de devastadores... É exercicio trivial buscar na historia por catarsis deste tipo.

viernes, 20 de marzo de 2009

O ser humano e A Rede

Hai unha vella regra de nettiquette que consiste na necesidade de optimizar o uso dos recursos de Internet. Unha das implicacións desta regra é que os blogs e as redes sociais non son desexables: ocupan espacio de servidores, ocupan ancho de banda cando os usuarios os utilizan... incluso poden incrementar o número de respostas dun buscador.

Segundo os partidarios da nettiquette Internet debe de ser unha ferramenta para o libre intercambio de información. O seu grito de guerra podería ser algo así como "non crees webs sobre ti. Non es tan interesante".

E é que as cousas cambiaron tanto dende os primeiros tempo!!! Logo das webs sobre sexo, as redes sociais son o novo xoguete dos internautas, desprazando á descarga P2P. Case calqueira persoa ten alomenos un perfil nunha das múltiples redes sociais existentes.

Tal é o cambio?

Incluso o nome. "A Rede". Internet non é "a rede", nin sequera é unha rede: só é unha maneira de interconectar distintas redes. É a omnipresenza dos novos servizos de Internet o que fai que o seu nome se deslice ata "A Rede", coma un todo.

Incluso "A Rede" que coñecen a inmensa maioría dos usuarios non é máis que unha parte (pequena) dos servicios dispoñibles por Internet.

Polo de agora, os cambios reais nas persoas son moi escasos. A tecnoloxía está nun estado incipiente e dista moito de ter unha accesibilidade universal, nen sequera elevada. Polo de agora as redes sociais, blogs e vídeoblogs non son máis que unha versión da maneira na que nos relacionamos no "mundo real". Pero isto ha cambiar, a non tardar. Axiña a distinción entre "mundo virtual" na rede e o "mundo real" será tan só unha leve lembranza de que nalgún día as cousas eran moi distintas.