Repasemos lo que hemos aprendido hasta ahora y lo que vamos a aprender más tarde. Para instalar un sistema operativo cualquiera, en primer lugar necesitamos el medio, y el dispositivo en el que vamos a instalar. Para ello, el medio lo obtendremos en cualquiera de los enlaces de descarga que se proporciona en la web de Arch; En cuanto al dispositivo de instalación, será un disco duro virtual.
Una vez que tenemos qué instalar y dónde instalarlo, podemos comenzar la instalación. Básicamente, se crea la estructura de directorios apropiada para organizar las cosas, se copia el núcleo, las utilidades de sistema (con una configuración básica) y el software elegido por el usuario. En general, la mayor parte de este proceso es más o menos automático; además, la mayoría de distribuciones GNU/Linux incluyen una selección de software determinada.
Arch es un sistema operativo con filosofía KISS. La interpretación que ellos hacen a algunos puede sonarles un poco extrema. Su instalación consiste en iniciar un sistema de arranque más o menos básico con un terminal de comandos, desde el que se va preparando el sistema paso a paso: creas, formateas y montas las particiones, instalas el sistema básico y a partir de ahí según las necesidades del usuario.
Para seguir todos estos pasos, lo que he hecho es acceder a la documentación en español sobre el tema. Ahí nos va diciendo los pasos a ejecutar y nos enlaza con documentación complementaria para cada parte de la instalación. Dicho esto, en el blog desdelinux tienen una guía lo suficientemente detallada para realizar una instalación sencilla. Había pensado ilustrar esto con mis propias capturas, pero las de esta guía están bastante bien.
En el blog, una vez definidas las particiones, comienzan por instalar el sistema básico, al que añaden NetworkManager y grub-bios. El primero no tiene mucho que comentar: es un grupo con el núcleo, el script que carga el sistema y todas las utilidades que constituyen el sistema operativo en sí; el segundo es el gestor de redes moderno, NetworkManager (que es el que manejamos con el applet de escritorio); instalarlo en este momento, nos simplifica todo lo demás. El tercero es el cargador de arranque para sistemas con BIOS tradicional. Para BIOS modernas, es decir, UEFI, véase grub-efi, aunque el procedimiento será igual.
En esta instalación se utiliza el mismo perfil para el usuario administrador que para el usuario normal, salvo la contraseña que puede ser o no distinta. Sin embargo, es posible definir perfiles distintos, particularmente si se utiliza un escritorio gráfico.
Arch no presupone nada. Los grupos de paquetes pueden tener las dependencias que sean, pero por defecto se instalarán unas y otras, sin más. Por ejemplo, si quieres Firefox tendrás que instalarlo explícitamente. También cualquier servicio adicional que quieras utilizar deberás hacerlo arrancar explícitamente. La filosofía KISS consisten principalmente en eso: tú eliges qué quieres usar. Naturalmente, el reto está en saber qué quieres utilizar, o dicho de otra forma, qué es lo que necesitas para hacer qué cosas.
No hay mucho que comentar de la instalación en sí. En mi caso, he tenido que ajustar la selección de tarjeta gráfica, ya que utilizo una máquina virtual. Para no complicarme, utilizo VMVGA y para ella cargo el driver VESA. Sin complicaciones, ya que mi propósito es probar la instalación. Naturalmente, en su caso hay que utilizar el driver apropiado.
Una curiosidad: al menos en la descripción de la instalación de KDE, concluye activando el arranque de KDM, pero sin embargo indica que se reinicie el sistema. ¿Para qué? Basta con iniciar KDM, o bien el target gráfico: sudo systemctl start kdm
Es importante hacer las cosas con calma y en orden. Resumamos:
- Activamos el teclado español
- Creamos y formateamos las particiones. Si tenemos BIOS normal, podemos usar fdisk o cfdisk, por ejemplo; para EFI, podemos usar gdisk.
- Instalamos el sistema básico, el gestor de redes y el cargador de arranque. Naturalmente, si disponemos del gestor de arranque de otra distribución no tenemos por qué añadir otro. Fijaos que en el blog recomiendan añadir ya en este momento el soporte para el touchpad si estamos con un portátil
- Generar /etc/fstab, el fichero que define qué particiones contiene el sistema y cómo y dónde se montan.
- chroot para comenzar a utilizar el las herramientas del sistema instalado.
- Nombre del equipo.
- Localización: idioma, idioma del teclado.
- Configuración del arranque (si se ha instalado ;) ).
- Contraseña de root
- Reinicio para iniciar el nuevo sistema.
- Activar NetworkManager y configurarlo para que se arranque al inicio.
- Crear usuario y contraseña.
- Asegurarse de que el usuario puede utilizar sudo (instalar sudo si no se ha hecho aún: pacman -S sudo)
- Instalar X
- Instalar el driver de nuestra gráfica.
- En este punto, en el blog prueban el sistema gráfico instalando un sistema mínimo. Si estamos seguros de nuestro driver, podemos obviar esto e instalar el sistema gráfico que queramos directamente. En mi caso, instalé KDE siguiendo también la guía al efecto.
- Instalamos el metapaquete o patrón para KDE, kde-meta. Cuando pregunta, seleccionamos "todos", que es la selección por defecto.
- Instalamos el idioma español, el plasmoide para NetworkManager y la aplicación para instalar paquetes.
- Activamos y arrancamos el gestor de sesiones gráficas, KDM.